viernes, 28 de septiembre de 2012

II. Rodando en la capital de la Samba



El vuelo desde Manaus hasta Rio de Janeiro demoró casi cinco horas, en las cuales no descansé muy bien pues escogí un asiento localizado al final del avión, el cual no se podía reclinar (sin duda, aprendí la lección a la hora de escoger el asiento). Mi vuelo arribó a las nueve de la mañana. Una vez en el aeropuerto Galeão (Rio cuenta con dos aeropuertos), y como ya era de costumbre, pedí un mapa de la ciudad en el punto de informaciones turísticas, armé mi bicicleta, puse encima de ella mi equipaje y comencé a pedalear. Ya había visitado la capital Carioca hacía un tiempo pero no había andado en bicicleta en ella, por lo cual estaba muy emocionado.

Mi destino al salir del aeropuerto era el apartamento en donde vive una persona del sur de Brasil (Roger Brinkmann) que se había mudado a Rio de Janeiro, a quien contacté gracias a un gran amigo que hice durante mi intercambio en Univates (gracias por el contacto Bruno Zanatta). Antes de salir de Colombia, le escribí a Roger sobre mi deseo de pasar unos días en esa ciudad y que estaba buscando un lugar para colocar mi aislante térmico en el suelo, un baño, y un espacio para dejar mi bicicleta y equipaje durante los días de mi visita. Para tener una idea de lo que cuesta pasar unos días en Rio, una noche en un Hostal cuesta entre R$20 y R$30 (en temporada baja, claro). Al enterarse del motivo de mi viaje y de que pensaba pedalear desde Brasil hasta Colombia, Roger consultó con otro colega (Marlos Abbati) con quien dividía el arriendo del apartamento. Los dos, muy amablemente, aceptaron acogerme durante esos días.

Cuando se sale del aeropuerto Galeão se entra en una autopista llamada Linha Vermelha (línea roja en español), la cual tiene un flujo considerable de autos y camiones que transitan a no menos de 100 Km/h. Debo confesar que al principio me sentí intimidado con esta autopista, en la cual no es permitido el tránsito de ciclistas, pero que es la única vía que comunica la ciudad de Rio con este aeropuerto. No habiendo otra opción, entré en la Linha Vermelha rumbo al apartamento de Roger y Marlos. Preguntando y guiándome en el mapa, llegué en horas de la tarde a mi destino, en donde fui recibido por Roger. Ya instalado en el apartamento, descansé durante el resto de la tarde pues tenía pensado dar una vuelta en bicicleta por los puntos turísticos de la ciudad al día siguiente.

Finalmente había llegado el día de rodar en la Cidade Maravilhosa. El día anterior le había quitado todo el equipaje a mi bicicleta, dejándola apenas con dos pequeños porta accesorios y las caramañolas. Me puse mi camisa de ciclismo de Bogotá, la cual había ganado recientemente en una competencia de ciclomontañismo representando a mi Universidad y comencé el trayecto. El primer punto a visitar era el mítico estadio Maracanã, el cual está en reformas y que será donde se jugará la final del mundial de fútbol de 2014. Después de unas fotos en frente del estadio, el siguiente punto era la famosa estatua del Cristo Redentor (en Bogotá también hay un monumento semejante, la Virgen de Guadalupe). Se venía en frente una gran subida. Afortunadamente, los entrenamientos en Bogotá subiendo al Alto de Patios y a la Virgen de Guadalupe fueron de gran ayuda. Al cabo de unos kilómetros subiendo llegué al mirador Dona Marta, en donde se puede apreciar una vista de postal de la ciudad Carioca. Retomando la subida, después de unos minutos se llega a la estatua del Cristo Redentor donde la vista es también espectacular. El valor del ingreso es bastante caro (unos R$ 30) y decido no entrar (ya había pagado ese ingreso en mi anterior visita a Rio).

La montaña del Cristo Redentor hace parte del Parque Nacional Barra da Tijuca. En este parque se encuentran otros puntos turísticos de la ciudad, rutas de escalada en roca, pequeñas cascadas y más miradores para apreciar la ciudad, entre otros. Me dirigía ahora hacía la Vista China. Unos metros después del Cristo me encontré con unas personas que estaban escalando, me acerqué a ellas y pregunté si podía subir una vez. Ante la respuesta afirmativa que recibí, no desaproveché la oportunidad. Continué con mi camino, esta vez en terreno plano y también descendiendo. Después de unos kilómetros, me encontré con otro ciclista (Romeu Fachin), a quien le pregunté como llegar a la Vista China pues se me hizo raro no ver ningún aviso indicando hacia donde ir. Él me dio las indicaciones y me explicó en el mapa que me había salido del trayecto que había planeado en una bifurcación. Decidí corregir mi camino y aprovechando que Romeu iba en el mismo sentido que yo, ya no estaba pedaleando solo. En la pedaleada le conté un poco sobre mi viaje. Después de repetir los kilómetros que había descendido (esta vez en sentido contrario) comenzaba un gran descenso hasta el barrio Alto da Boa Vista, donde fui invitado a almorzar por mi colega ciclista. Después de retomar energía y con las indicaciones de como seguir mi trayecto, me despedí de Romeu, quien ya iba para su casa, y continué mi pedaleada.

Finalmente llegué a la Vista China, en donde hice una pequeña parada y continué rumbo a las playas de Ipanema y Copacabana. Es realmente muy agradable pedalear por la ciclorutas de las playas y alrededores. Rio es una ciudad con una fuerte cultura deportiva (no en vano será la sede de las próximas Olimpiadas), en donde muchas personas aprovechan los variados espacios de esparcimiento que tiene la ciudad para ejercitarse. Después de pasar por las playas era hora de volver al apartamento de Marlos y Roger, punto en el que totalicé 110 Km rodados en esa jornada. El día siguiente volvería a la playa, pero sin bicicleta en esta ocasión. Se disfruta mucho de un día de playa, brisa y mar cuando vienes de una ciudad en donde el mar está a varios cientos de kilómetros de distancia.

De esta forma aproveché mi viaje rumbo a Porto Alegre para dar un paseo en bicicleta en la bella capital Carioca. Agradezco a mis amigos Roger y Marlos por haberme ayudado a realizar este sueño de rodar en la capital de la samba.

De nuevo con el equipaje en la bicicleta, fui hasta el aeropuerto Galeão para tomar mi vuelo rumbo a la capital Gaucha.

En el siguiente relato contaré un poco de mi experiencia en la ciudad de Lajeado.

1 comentario:

  1. Alejandro como estas, soy Mauricio Muriel de Colombia, pienso viejar por tierra hasta rio de janeiro, agradezco mucho toda la info que me has dado en tu Blog, tu conoces a alguien en Rios de Janeiro que me pueda recibir, obviamente que me cobre la estadia desde el 21 de junio hasta el 28 de Junio, son 7 noche y ojala no sea tan costoso, me podrias recomentar alguien en rio que me de la mano??

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